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El proceso pastelero, además de colores, olores y aromas, ofrece una sincronía rápida y absoluta.
Movimientos casi mecánicos y naturales, que cada maestro procesa para conseguir
realizar cada paso a la velocidad que ordena el obrador.
Un obrador que funciona como un reloj mecánico y natural.
En cuestión de segundos se cortan y dan forma a unos cuantos bizcochos recién horneados.
En cuestión de segundos se superponen estos bizcochos, alternados con cremas o nata.
En cuestión de segundos de cubren y perfilan los cortes cilíndricos que formarán la base de nuestras tartas.
Ahora quedará decorar, azucarar y terminar de dar forma a estos pequeños proyectos pasteleros que
ofrecemos cada día, para que disfrutéis de ellos como nosotros lo hacemos mientras los creamos.
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